CAPRICORNIO

¡Capricornio, el Escalador Silencioso del Zodiaco!
En el vasto lienzo del zodiaco, donde las estrellas trazan caminos de destino, se alza Capricornio, el décimo signo, la cabra montesa que trepa con paso firme hacia la cima de sus sueños. Entender a Capricornio no es tarea fácil; es un enigma envuelto en melancolía, con ambiciones secretas que arden en su interior como un fuego lento pero inextinguible. Imagina a alguien que, con una armadura de resistencia, avanza sin prisa pero sin pausa, sorteando obstáculos con la prudencia de un estratega y la tenacidad de una montaña. Capricornio, regido por Saturno, es el trabajador incansable del zodiaco. Digiere insultos, presiones, decepciones y obligaciones como si fueran parte de su dieta diaria, sin dejar que nada lo detenga. Sus cuernos son peligrosos, sí, pero solo si lo provocas; su terquedad es legendaria, una fuerza que lo ancla a sus metas con una determinación que roza lo sobrenatural. Conservador por naturaleza, respeta la autoridad, la tradición y la sabiduría de los mayores, inclinándose con humildad ante quienes han recorrido el camino antes que él. Se somete, asiente, se adapta, pero no te equivoques: mientras otros corren y se precipitan, Capricornio deja que lo adelanten, sabiendo que, al final, siempre llega primero. No lo verás dando consejos a diestra y siniestra; Capricornio es práctico, reservado, y sus palabras son contadas, pero certeras. En los negocios, no se precipita; analiza cada paso con la precisión de un artesano, porque, hablando de eso, ¡Capricornio ama las manualidades! Ya sea tallando madera o tejiendo sueños, sus manos crean con la misma paciencia que aplica a su vida. Evita médicos y hospitales, no por desconfianza, sino porque su resistencia parece desafiar las leyes de la naturaleza. Pero no todo es fortaleza: bajo esa fachada seria, a veces melancólica, late un corazón dulce y tímido, un alma que guarda su vulnerabilidad como un tesoro. Desde la infancia, Capricornio es serio, como si naciera con la sabiduría de un anciano. Puede parecer depresivo en sus momentos de introspección, pero esa melancolía es solo el eco de su alma reflexiva, siempre planeando el próximo paso. Testarudo como pocos, cuando se fija una meta, no hay fuerza en el universo que lo haga desistir. Su secreto está en su constancia: mientras otros buscan atajos, Capricornio escala, paso a paso, hasta tocar las estrellas. Así es Capricornio: el escalador que no se rinde, el artesano que construye su destino con paciencia y pasión. Es el décimo signo, el que respeta el pasado pero conquista el futuro. ¡Capricornio, la cabra que trepa hasta el cielo, el latido firme del zodiaco!
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